El 21 de septiembre se conmemora el Día Internacional de la Paz. No puedo decir "se celebra" porque realmente tenemos pocos motivos para celebrar , tanto por el conflicto en Siria que ha detonado la emigración de millones de refugiados, como por otros conflictos en Irak, Afganistán, Somalia, el África Subsahariana, etc. y graves situaciones económicas y de inseguridad que empujan a emigrar a miles de centroamericanos.
A pesar de todo lo anterior, muchas de personas en todo el mundo trabajan por la paz en diversas formas. Como un ejemplo presento lo que hacen las organizaciones que forman el grupo C-Paz- Jalisco (en Guadalajara, México) y que el domingo 20 de septiembre realizaron una serie de actividades públicas en la avenida Chapultepec de esa ciudad, aprovechando la presencia de cientos de paseantes que circulaban en bicicletas o a pie en las calles que normalmente utilizan los automóviles, pero que cada domingo se convierten en la "Vía Recreactiva" para hacer ejercicio.
Entre otras cosas, hubo actividades lúdicas para niños y adultos con el tema de la Paz, mesas de discusión sobre la discriminación (por condición social o económica, color de piel, género, aspecto físico, preferencias sexuales, idioma, etc.) y sobre el lenguaje incluyente para hacer conciencia de formas de hablar que implican acoso (bullying).También se presentó el trabajo de las Escuelas de Perdón y Reconciliación, actividades artísticas relacionadas con la Paz, mesa de reflexión sobre migrantes, etc.
Los pesimistas podrían decir que todo esto no sirve de nada porque al final de cuentas los gobiernos y sus enemigos siguen promoviendo las guerras, los fabricantes y comerciantes de armas siguen vendiéndolas con el pretexto de la seguridad nacional, la ONU hace llamados a la Paz y nadie la escucha... Pero la Paz no surge de los gobiernos, surge de lo más profundo de cada persona al aceptarse a sí misma y aceptar a los(as) demás que le rodean, tal como son, dando y recibiendo perdón.
Esta actitud de Paz interior tiene impacto en nuestras relaciones con las otras personas. Es como lanzar una piedra a un estanque y las ondas alcanzan los rincones más lejanos del lago. Eventualmente estas "ondas de Paz" llegarán a tocar a otras personas, algunas de las cuales podrían estar en posiciones influyentes en la toma de decisiones a nivel familiar, local, regional, nacional o mundial y es entonces que se hace visible su influencia.
Invito a los(as) lectores(as) a hacer el día de hoy (y cada día) una pequeña acción que algún día tendrá el "efecto mariposa". Una acción que va desde saludar al vecino que nunca saluda, hasta dar o recibir perdón desde el fondo del corazón.
Ejemplos como el de la Comisión de la Verdad y Reconciliación en Sudáfrica en tiempo de Mandela o las Escuelas del Perdón y Reconciliación en Colombia y en Uganda, etc., son casos reales en los que seres humanos llenos de dolor y de resentimiento fueron capaces de llegar a la Paz a través del perdón.
En concordancia con la frase de Eduardo Galeano "...mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, pueden cambiar el mundo..." y hacer de la Paz una meta alcanzable!!
AUTOR: Rodrigo Diez de Sollano
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