La lista nominal de electores tiene 89.3 millones de personas de las cuales votaron 56,6 millones que equivalen a 63.4% del padrón. De estos votantes, el 53.1% que equivalen a 30.1 millones de votos, votaron por Andrés Manuel López Obrador (AMLO) para Presidente de la República.
Adicionalmente, su partido (MORENA) y sus aliados (PT y PES) obtuvieron mayoría en la Cámara de Senadores y en la de Diputados con 25 y 218 escaños ganados. Además los datos disponibles hasta este momento hacen muy factible que MORENA tenga mayoría en muchas de las cámaras de diputados estatales, así como varias gubernaturas.
¿Qué pasará a la hora de votar en los congresos federal y estatales? En teoría la democracia requiere de contrapesos frente al poder del Presidente y se supone que el Congreso debería ser uno de esos balances de poder, cosa que no sucede en este caso, más aun tomando en cuenta que el Presidente fue electo con una clara mayoría de votos, lo cual le otorga a sus propuestas la fortaleza y legitimidad del respaldo popular, (por lo menos durante algún tiempo, que pueden ser meses o años).
Algunos observadores políticos ya prevén que AMLO y sus seguidores abusarán del poder ganado en las elecciones y modificarán la Constitución, a pesar de las promesas en contrario en el discurso del AMLO la noche del 1º de julio de 2018.
No es novedad para México que el Presidente tenga mayoría en el Congreso, tal como sucedió casi en la totalidad del período gobernado por el PRI. En ciertos casos la Suprema Corte de Justicia funcionó como balance de poder y ahora puede seguir siendo ese contrapeso.
Otros contrapesos frente al poder presidencial y/o de los Gobernadores han sido los periodistas y los medios de comunicación que todos los días estás vigilantes de las acciones de los gobernantes. Obviamente continuarán haciendo su labor que es fundamental para cualquier democracia.
Muchas Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC) tales como los diversos organismos empresariales, grupos defensores de los Derechos Humanos, grupos de búsqueda de desaparecidos, sindicatos obreros y organizaciones campesinas o populares, iglesias de varias denominaciones, grupos defensores del medio ambiente, grupos defensores de los derechos de las mujeres, organizaciones y grupos defensores de los migrantes, etc.
El problema central de las OSC es que están desarticuladas entre ellas o se ven con sospechas unas a otras, por lo que difícilmente logran unificar sus fuerzas y esto se hace visible en las diversas marchas que han organizado, en las que el número de participantes no corresponde con la importancia del objetivo de la marcha. Mientras que en otros países hay millones en una marcha, aquí con trabajos llegan a los miles. Es urgente que las OSC establezcan comunicación y coordinación entre ellas para que sean un contrapeso efectivo ante el poder presidencial o de los gobernadores.
Incluso (nos guste o no) los partidos políticos y los militares han sido y seguirán siendo contrapesos del poder. Por otra parte México cuenta con un territorio extenso y variado que hace difícil la concentración de poder en una sola persona o en un solo partido.
También los(as) ciudadanos(as) individualmente hemos sido y seguimos siendo contrapesos del poder…
Dicho todo esto, vale la pena evaluar nuestra propia actuación como ciudadanos críticos y participativos para saber si tienen razón los profetas del desastre o si haremos valer los contrapesos del poder.
Autor: Rodrigo Diez de Sollano
Twitter: @DeSollano
Fuentes de Información
www.ine.mx
Escribes una realidad, para este país, ni es novedoso el tener poder absoluto, Zedillo, fue el último que lo tuvo, según la actualidad, ese poder es temporal, por que en tres años, se les cobra la factura o se ratifica su permanencia,
ResponderEliminarEsta situación es altamente peligrosa ya que los votantes le dieron a MORENA un cheque en blanco.
ResponderEliminarPor ingenuos o por ignorantes, pero esto pone a un gobierno en tentación de servirse con la cuchara grande para su beneficio.
Se vislumbra lo que algunos advirtieron, más de lo que el PRI en tantos años ha hecho con el país, pago de cuotas de poder y clientelismo. Ojalá que de verdad no ocurra, México no merece menos.
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