LAS INUNDACIONES EN GUADALAJARA, JALISCO, MEXICO

El valle de Atemajac en el cual está situada la ciudad de Guadalajara y posteriormente otros valles aledaños, tales como el valle de Toluquilla (hacia el sur de la ciudad) y el valle de Tesistán (hacia el norte) eran cruzados por diversos ríos y arroyos que a final de cuentas descargaban sus aguas en la barranca del río Santiago, la cual rodea la ciudad por el oriente y el norte.

Desde su fundación (1542) hasta la fecha (2015) la urbanización ha ido creciendo hasta formar la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG) invadiendo áreas boscosas y posteriormente áreas de cultivo, así como zonas con pequeños lagos y presas para almacenaje de agua para riego y para uso humano. Simultáneamente se inició la mala costumbre de descargar drenajes en los ríos y arroyos, los cuales debido a la contaminación dejaron de ser utilizados para otros usos, salvo el drenaje de aguas negras.

Durante mucho tiempo las calles de la ciudad estuvieron empedradas, lo que permitía la infiltración de parte de las aguas de lluvia, pero con el advenimiento de los automóviles las calles fueron pavimentadas logrando con ello que el agua de las lluvias corriera sobre los pavimentos, ya que los drenajes no estaban diseñados para los grandes volúmenes de agua en muy corto tiempo, que son la característica de las lluvias en esta ciudad.

Para completar el cuadro, los habitantes de la ZMG y sus autoridades consideraron que la forma más conveniente de reducir los malos olores de los ríos contaminados que cruzaban la ciudad, sería entubarlos para poder utilizarlos tanto para drenaje, como para las aguas que naturalmente corrían por esos cauces, además de "controlar" las aguas de las lluvias.

La observación de las inundaciones en cada temporal de lluvias nos lleva a la conclusión que la "solución" de entubar los ríos, mezclando agua limpia de los ríos con aguas negras y aguas de lluvia, se ha convertido en uno de los "problemas" más importantes que intentan resolver las autoridades, con acciones parciales y descoordinadas, porque los problemas rebasan los límites de 7 municipios de la ZMG, involucrando decisiones que deben tomarse en un nivel superior y con visión de largo plazo, mucho más allá de los 3 años de una administración municipal o de los 6 años de una administración estatal.

Es URGENTE un organismo rector que prepare un Plan de Largo Plazo (por lo menos 18 años) que se convierta en Ley para corregir los errores que se han ido acumulando a lo largo de los siglos, con un programa de limpieza y restauración de cauces de los ríos y arroyos que cruzan la ZMG, aprovechando al mismo tiempo para crear una red de parque lineales (que podrían sumar más de 150 km en la ZMG) y de ciclo-pistas paralelas a los cauces que se vayan restaurando a lo largo de ese período de 18 años.

La alternativa a ese Plan de Largo Plazo, es continuar con las mismas acciones para obtener los mismos resultados: ¡MAS INUNDACIONES!

AUTOR: Rodrigo Diez de Sollano