Ante situaciones que parecen insolubles opto por echar a volar la imaginación para diseñar una utopía que podría ayudar a encontrar nuevas alternativas de acción.
Si pudiéramos imaginar una solución utópica para la crisis de los refugiados y migrantes, podría suceder algo como esto:
Los migrantes centroamericanos y del sur de México podrían circular libremente por todo este país y viajar en el ferrocarril en vagones para pasajeros (en lugar de viajar en el techo de los vagones de carga como sucede actualmente), sin ser molestados por las autoridades migratorias o por cualquiera de las policías federales, estatales o municipales y/o guardias privados, ni tampoco por los delincuentes. De hecho, los migrantes serían protegidos por las autoridades quienes les proporcionarían apoyo logístico y documentos de identidad que servirían como salvoconducto en su tránsito por México.
Así como se firmó un Tratado de Libre Comercio entre México y los Estados Unidos de América E.U.A.), los gobiernos de México y de los países centroamericanos firmarían un tratado para la libre circulación de las personas y para el trabajo con los E.U.A., de tal manera que ninguna persona sería ilegal. Cualquier persona podría viajar y trabajar libremente en cualquiera de los países y regresar a su lugar de origen o enviar remesas de dinero a sus familiares, tal como sucede en el espacio Schengen de la Unión Europa.
Simultáneamente se constituirían fondos de inversión con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo y de los gobiernos de los países ya mencionados, que apoyarían la creación de fuentes de trabajo en las regiones origen de las migraciones, dedicados a la producción de alimentos y además a darles valor agregado, así como para la producción de bienes de consumo utilizando materias primas locales. Esto estaría acompañado de asistencia técnica y apoyos educativos para la buena administración de las empresas.
Paralelamente se establecería un estricto control de la venta y transporte de armas, reduciendo la capacidad de hacer daño por parte de los grupos de delincuentes y al mismo tiempo acotando su capacidad de maniobra financiera al controlar el movimiento de recursos de origen ilegal. Esto sería complementado con el reforzamiento de las autoridades judiciales para asegurar justicia eficiente y eficaz en estos países.
Todo lo anterior complementado con una gran campaña de difusión para educar en la tolerancia y la no discriminación...
Mientras tanto en Europa, la fusión de las culturas Musulmana y Cristiana Occidental llevaría al establecimiento de Estados que fueran la versión moderna del Califato de Córdoba en la época de Abd-al-Rahman III (929-961 d.C.) en el cual convivieron musulmanes, judíos y cristianos generando un ambiente muy favorable al desarrollo de la cultura y las ciencias, en el que cada quien podía seguir los preceptos de su propia religión y respetaba la de los demás. Esto mismo podría suceder en Medio Oriente y en otras regiones del mundo, en las cuales se practicaría la tolerancia sin tratar de imponer las propias creencias (o no-creencias) a las otras personas.
También la Unión Europea podría firmar tratados para la libre circulación de personas con países de África o de Medio Oriente, complementados con la creación de fuentes de trabajo en los países de origen de las migraciones. Acuerdos políticos serían indispensables para terminar con los conflictos bélicos que actualmente impulsan la emigración.
El lema de la Humanidad sería algo como "la Tierra es nuestra patria" de tal manera que la libre circulación de personas permitiría que nadie fuera ilegal en ningún lugar del mundo, eliminando las peligrosas travesías por tierra o por mar para poder llegar a otro país donde esperan ser declarados "legales" y así empezar una nueva vida para sus familias.
Todo lo anterior puede parecer un sueño demasiado inocente para poder convertirse en realidad, pero lo real es que hay ejemplos a lo largo de la historia de la humanidad, tal vez muy cortos en tiempo y muy pequeños en cuanto a la superficie y al número de personas involucradas, pero el hecho es que los seres humanos hemos dado muestra de que sí se puede actuar de otra forma y así lograr que la "Utopía sea posible".
AUTOR: Rodrigo Diez de Sollano
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