lunes, 19 de octubre de 2015

CREACIÓN DE EMPLEOS Y MIGRACIÓN

La mayoría de los migrantes centroamericanos que pasan por México en busca del "sueño americano", viene huyendo de la pobreza, la violencia y la falta de ingresos que les permita sostener a su familia. Algunos tienen suerte y logran llegar a los E.U.A. pero la mayoría se queda en el camino o es devuelto a su lugar de origen. Y la historia se vuelve a repetir hasta lograr su objetivo o morir en el intento...

Evidentemente es un problema muy complejo, con muchas aristas que incluyen corrupción, narcotráfico, violencia, falta de educación y de oportunidades, pobreza, etc. La pregunta surge de inmediato: ¿Hay alguna solución de fondo a este problema? ¿Existe algo distinto que puedan hacer los gobiernos, el sector privado, las iglesias y las organizaciones de la sociedad civil para solucionarlo?

Una parte de la solución puede surgir de la creación de oportunidades de trabajo digno. La siguientes reflexiones y propuestas surgen de la experiencia concreta de apoyo a la creación de proyectos que generan empleos en regiones rurales de México. La experiencia mencionada ha demostrado que la creación de empleos con ingresos dignos, arraiga a las personas en el sitio donde existen empleos y estos proyectos atraen incluso a personas que ya habían emigrado. ¿Cómo se pueden crear empresas que tengan estas características?

INVERNADERO EN GUANAJUATO, MEX.

En el sur del estado de Guanajuato, México, opera un proyecto de producción de hortalizas en invernaderos cuya dirección recae en una mujer viuda de cerca de 45 años, que inició esta empresa con su marido (ahora fallecido) hace aproximadamente 15 años. En ese tiempo el invernadero era pequeño (cerca de 500 metros cuadrados), producían tomates que vendían en las poblaciones cercanas y le daban trabajo a dos personas además de trabajar ellos mismos en la producción.

Cuando murió su esposo, ella decidió continuar con la producción de tomates y preparó algunos planes para aumentar el tamaño de su invernadero. Se dirigió a una institución del gobierno federal mexicano que en ese tiempo apoyaba la construcción de invernaderos. Ella quería crecer la superficie sembrada a 1000 metros cuadrados, pero los representantes de la institución gubernamental la convencieron de crecer hasta una hectárea (10,000 metros cuadrados). Además del apoyo financiero, también recibió asistencia técnica y para la comercialización, pero tuvo que convencer a sus dos hermanos que invirtieran en el proyecto, ya que el apoyo del gobierno no alcanzaba para todo, pero ella conservó la dirección general de la empresa.

El proyecto fue todo un éxito productivo y comercial y siguió creciendo, por lo que ahora tiene 10 hectáreas de invernadero y produce no sólo tomate, sino también pimientos para el mercado nacional mexicano y de exportación a los E.U.A. Le da trabajo a 100 personas aproximadamente y lo más interesante es que varios de sus trabajadores son personas que habían emigrado a los E.U.A. y regresaron para trabajar en este proyecto.

Para poder financiar proyectos como el del caso anterior, se requiere la creación de fondos de inversión que les otorguen apoyo financiero y técnico adecuado a sus necesidades. A continuación se describe en forma resumida como podría ser la operación de uno de estos fondos, presentada a varias instituciones internacionales:

FONDO DE INVERSIÓN PARA PROYECTOS PRODUCTIVOS

"El Fondo de Inversión para Proyectos Productivos (FIPP) sería una institución que otorgaría servicios financieros y técnicos a organizaciones de tipo cooperativo de productores del sector urbano o rural de la economía para que éstas transfieran estos apoyos a los(as) productores(as) individuales y/o en grupos, con el fin de que mejoren su operación productiva, su rentabilidad, su eficiencia en el acceso a los mercados, obtengan mejores resultados económicos e impulsen el desarrollo humano sostenible de sus asociados(as), sus comunidades y regiones.

El FIPP tendría por objeto proporcionar servicios financieros y técnicos a proyectos de inversión productiva que:
a) Vengan a fortalecer el proyecto de desarrollo organizativo y de productividad de las organizaciones de carácter cooperativo  o asociativo que los gestionen.
b) Mejoren las condiciones de intercambio comercial entre las empresas del sector urbano y rural de la economía y el mercado en general.
c) Preferentemente apoyen a aquellos que den valor agregado a los productos del sector primario.
d) Impulsen el desarrollo de la agricultura familiar en su diversidad productiva en territorios marginados.
f) Promuevan la articulación de las unidades productivas propias del sector rural de la economía en cadenas de valor sectoriales e intersectoriales y territoriales.
g) Se propongan alcanzar la seguridad alimentaria local y regional, mediante la productividad y la construcción de mercados locales y regionales.
h) Amplíen las redes de comercialización del sector empresarial y social de la economía para introducir lo que se consume y no se produce localmente y exportar lo que se produce localmente y no se consume.
i) Impulsen el mejoramiento y desarrollo de capacidades empresariales hacia el desarrollo humano sostenible.
j) Promuevan la inversión de remesas en proyectos de inversión productiva en los lugares de origen de los migrantes y propicien el arraigo de ellos y sus familias en su propio territorio mediante la creación de empleo y riqueza.
k) Favorezcan la igualdad de oportunidades sin distinción de género, edad, condición social, creencias religiosas o afiliación política.

Todo lo anterior trabajando a través de instituciones de carácter cooperativo de primero y segundo nivel y conformando frentes articulados social y productivamente de empresas del sector urbano y rural de la economía.

El FIPP podría operar con recursos de varias fuentes:

a) Instituciones financieras internacionales, ya sea en forma de capital de riesgo, cuasicapital y/o créditos.
b) Recursos públicos del gobierno nacional del país donde se desarrolle el proyecto, canalizados a través de instituciones tales como el Ministerio o Secretaría de Agricultura o de Economía.
c) Recursos privados ya sea en forma de inversiones en el FIPP o como donaciones.
d) Recursos de los propios asociados en cada uno de los proyectos apoyados.
f) Remesas de emigrados invertidos en el FIPP.

El financiamiento para la inversión para ampliar o iniciar un proyecto productivo otorgaría bajo la modalidad de crédito, no así los demás servicios de asistencia técnica, organizativa o de capacitación que podrían ser parcialmente subsidiados. No podrían otorgarse servicios financieros sin los otros servicios de capacitación, entrenamiento y técnicos. El FIPP no financiaría directamente los proyectos individuales, sino que operaría a través de las organizaciones cooperativas de primero y segundo nivel.

La metodología para los procesos de capacitación y entrenamiento deberá partir del conocimiento que los socios tengan sobre la racionalidad propia de las economías familiares de su localidad y/o región, de las prácticas productivas sustentables, de los procesos de trabajo y de su articulación entre ellos, de los recursos naturales y financieros que utiliza  cada uno de ellos y de las opciones de optimizarlos en beneficio de la población local. Todo lo anterior como una estrategia de arraigo en sus lugares de origen como resultado de vivir dignamente.

Uno de los factores de éxito más relevantes (probados en la experiencia) para el logro de los objetivos arriba mencionados, es el relacionado con la mayor participación activa y protagónica de la mujer en los proyectos productivos, en las iniciativas de asociación y en las estructuras de mando de las entidades cooperativas y/o asociativas de primero y segundo nivel."

Para concluir: Urge la participación público-privada para invertir en zonas donde se origina la emigración y como resultado crear empleos de calidad en el sur de México y en toda Centroamérica y así ayudar a reducir la emigración.

AUTOR: Rodrigo Diez de Sollano

Twitter: @De Sollano


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