¿Qué otros usos podrían haber tenido esos $119.9 millones de pesos de recursos públicos?
Por ejemplo, en el sector salud donde hacen falta medicinas en muchos de sus centros de atención. O tal vez en la educación para la construcción de laboratorios de investigación, etc.
Pero si regresamos a la agroindustria, hay varias alternativas que con la misma cantidad de dinero ayudan a crear muchos más empleos permanentes. Por ejemplo el Instituto Nacional de la Economía Social (INAES) en el ámbito de la Secretaría de Economía y el Fideicomiso de Riesgo Compartido (FIRCO) de la Secretaría de Agricultura, con sus programas de apoyo a la creación de micro, pequeñas y medianas empresas (PYMES) en el sector rural, requieren de cantidades entre $25,000 y $150,000 de recursos públicos por empleo permanente generado más los recursos privados del orden de 3 a 4 veces esa cantidad. Y si se trata de micro empresas, la cantidad disminuye todavía más.
Por ello no se justifica el uso de subsidios para las grandes empresas, ya que desde el punto de vista de creación de empleos son mucho más eficientes los recursos públicos invertidos en las PYMES.
Tampoco se puede justificar la inversión pública con el argumento de que la gran empresa va a utilizar materias primas de la región, porque igual pueden hacerlo las PYMES.
Otra posible justificación es que traerá nuevas tecnologías al país, pero que serán utilizadas por una sola empresa para su propio beneficio. Las PYMES pueden comprar tecnología o pagar regalías para poder utilizar las tecnologías de punta.
Finalmente está la parte de la justicia social. Aquí la pregunta sería ¿Cuál debe ser el impacto de los recursos públicos en la reducción de la pobreza y la desigualdad? Si en principio estamos a favor del incremento de Producto Interno Bruto (PIB) a cualquier costo, entonces es mejor impulsar a las grandes empresas, pero si le damos preferencia al desarrollo económico compartido y a la reducción de la desigualdad de ingresos, entonces el camino es invertir recursos públicos en las PYMES, no solamente con dinero en efectivo, sino también con capacitación y asesoría técnica y de mercado.
Ahora la pregunta es al gobierno del estado de Jalisco ¿qué prefiere impulsar? Los hechos dan la respuesta…
Ud. ciudadano común y corriente, ¿cómo utilizaría $119.9 millones de recursos públicos? Y una pregunta curiosa: ¿por qué no fuimos consultados sobre la pertinencia de esta política pública?
De aquí salta una propuesta para el Programa de Gobierno 2018-2024 ya sea a nivel estatal o federal: Es importante pedir que quien resulte ganador(a) en las elecciones ponga en consulta pública el uso de subsidios a empresas y establezca políticas públicas que favorezcan el desarrollo de las PYMES y una distribución más equitativa de la riqueza.
Autor: Rodrigo Diez de Sollano
Twitter: @DeSollano
Fuentes de Información
Herrera Luis, Índigo - oct. nov 2017
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