martes, 29 de agosto de 2017

Obtener Energía contra Derechos Humanos

La familia de José ha vivido en este lugar (Emiliano Zapata, municipio de Papantla, Veracruz) desde hace muchas generaciones. La interacción de su comunidad con la naturaleza es continua ya que la vida de sus habitantes depende completamente de las condiciones del medio ambiente. A lo largo de siglos se estableció un equilibrio muy preciso entre los humanos y la naturaleza que permitía un desarrollo sostenible sin dañar el medio ambiente.

Pero... las cosas han cambiado desde hace unos años porque se iniciaron en esa región las explotaciones petroleras con el método de fractura hidráulica (llamado “fracking” en inglés), y ahora las turbinas que hacen funcionar el pozo petrolero cercano, haciendo un ruido ensordecedor. (1)

Para lograr la fractura hidráulica de las rocas que contienen el gas, se utilizan millones de litros de agua dejando muy disminuidas las fuentes de agua para uso de la comunidad. Además el agua inyectada al pozo para extraer el gas regresa a la superficie contaminada con los productos químicos que se utilizan para el proceso de extracción del gas y con metales pesados y también materiales radioactivos que se encuentran en las profundidades y que han provocado diversas enfermedades entre los habitantes locales, por otra parte el agua de retorno contamina los acuíferos de los cuales beben.

Y no terminan aquí los daños que reciben José, su familia y los demás habitantes de la localidad, el pozo emite “gases fugitivos”, es decir gases que se escapan entre las rocas, principalmente metano, que generan peligro de explosiones y tienen efecto invernadero mucho más grande que el bióxido de carbono.

Hay que agregar que la inyección del agua provoca sismos al desestabilizar las fallas geológicas, por lo que aun en zonas no-sísmicas hay sismos inducidos por los seres humanos.

Para completar el cuadro, estas tecnologías son incompatibles con la agricultura, la ganadería y el turismo, principalmente por la contaminación que genera el movimiento de cientos de camiones de carga en los caminos locales.

Obviamente, los vecinos no fueron consultados acerca de que uso se daría al subsuelo bajo su ejido. Menos aun fueron informados del impacto ambiental, en la salud y en la calidad de vida en su pueblo. Ellos quisieran que se cancelara la extracción de gas en su región para volver a tener un medio ambiente limpio y disponibilidad de agua, pero no saben que la autoridad encargada de regular estos asuntos (2) emitió unos “lineamientos” en marzo de 2017 que establecen las normas para continuar utilizando este sistema de extracción de gas y petróleo.

El derecho al desarrollo sostenible, el derecho a un medio ambiente sano, el derecho al patrimonio común de la humanidad son Derechos Humanos de “tercera generación” (3), derechos reconocidos por la ONU como derechos de los pueblos, derechos colectivos y solidarios. Pero todos estos derechos les están siendo negados no solamente a José y a sus vecinos, sino a muchos mexicanos más por la legalización de la extracción de petróleo y gas con el sistema de fractura hidráulica (fracking) en cerca de 1300 pozos en diversos lugares de los estados de Veracruz, Nuevo León, Coahuila, Puebla, Tabasco, etc.

Para conversar más ampliamente sobre estos temas, les hago una invitación al “Conversatorio: Derechos Humanos de Tercera Generación” el sábado 2 de septiembre próximo, de las 10 am a las 13 hrs. en el Museo de Paleontología de la ciudad de Guadalajara, situado entre las avenidas 16 de Septiembre y Calzada Independencia frente al parque Agua Azul.


Autor: Rodrigo Diez de Sollano

Twitter: @DeSollano

Fuentes de Información
1. Animal Político.com
2. Agencia Nacional de Seguridad Industrial y de Protección al Medio Ambiente del Sector Hidrocarburos.
3. ONU-ACNUR-Agencia de la ONU para los refugiados

domingo, 20 de agosto de 2017

UN ASALTO A LA ESPERANZA

Ante el asalto en Guadalajara al diputado Pedro Kumamoto el fin de semana anterior, los ciudadanos de a pie nos sentimos inermes. Si un diputado puede ser asaltado y despojado de sus pertenencias, ¿qué nos queda a los ciudadanos comunes y corrientes? ¿Hay algo que se pueda hacer para detener la violencia en nuestra región o ciudad? ¡Simplemente, nos sentimos indefensos!

Lo primero que se nos ocurre es regresar a los métodos del antiguo oeste o de la revolución mexicana: todos armados para defendernos de los posibles agresores o en su caso, para atacar si las circunstancias lo ameritan. En estos casos funcionaría la Ley del Talión, “ojo por ojo y diente por diente” Y como dijo Gandhi: “acabaríamos todos ciegos y sin dientes”

Frente a agresiones como un asalto, la primera reacción es visceral, de miedo por la amenaza con las armas y de rabia por el abuso que implica este hecho. La petición de perseguir a los maleantes, de meterlos a la cárcel y que con esto se haga justicia, suena lógica. ¿Pero, qué clase de justicia? Se pregunta Kumamoto y él mismo contesta: no tanto hacer justicia por medio de la cárcel, como crear la justicia de oportunidades de estudio y trabajo para los jóvenes. En lugar de la desesperanza ante el delito, abrir la posibilidad de la esperanza de una vida con alternativas para desarrollarse.

Imaginemos por un momento que los jóvenes que lo asaltaron, en lugar de salir de su casa buscando a quien robar, tuvieran un trabajo estable y con ingresos adecuados en una pequeña empresa que ellos mismos crearon. No serían delincuentes, ahora son emprendedores que se auto-emplean y dan empleo a otros jóvenes.

¿Pero, cómo crear esas empresas? Nuevamente aparece el concepto de economía para la paz creando oportunidades de trabajo por medio del autoempleo en pequeñas y medianas empresas. El fondeo colectivo (crowdfunding) es una de las formas disponibles para capitalizar proyectos de emprendedores con buenas ideas de negocios, pero que no tienen suficiente dinero para ponerlas en marcha.

Se necesita el apoyo general de la sociedad civil para que cada persona aportante arriesgue una pequeña cantidad de dinero que sumada a las aportaciones de muchas otras personas, permitan acumular el capital necesario para crear una determinada empresa.

Cada delito cometido por jóvenes es un golpe a la esperanza de una vida pacífica y productiva, que al mismo tiempo aviva los miedos y los odios enterrados en lo profundo de la historia de cada persona, como las brasas de un fuego antiguo que el tiempo no ha podido apagar. El rechazo a la inmigración, la discriminación, el temor a lo diferente, la incertidumbre frente al futuro y la falta de oportunidades, provocan actitudes y acciones violentas en personas que aparentemente eran pacíficas.

Por ello es urgente reforzar el trabajo por la paz, creando oportunidades de empleo y educando a todas las personas en la tolerancia y en la convivencia pacífica, no sólo a los directamente afectados.

Y que con esto reviva la esperanza…

Autor: Rodrigo Diez de Sollano

Twitter: @DeSollano

Fuentes de Información
Am noticias, Radio Fórmula, Tweet P. Kumamoto

domingo, 13 de agosto de 2017

Ciudadanos de a pie, frente al Mundo

Durante la primera mitad del mes de agosto de 2017 sucedieron muchas cosas a nivel local, nacional y mundial que aparentemente están fuera del control del común de los mortales, pero que de diversas formas nos afectan a todos(as). Por ejemplo:

a) El Instituto Electoral del Estado de México (IEEM) otorgó la constancia de mayoría al candidato de PRI a Gobernador del Estado de México, validando una elección que está impugnada en los tribunales.

b) El Departamento del Tesoro del gobierno de los Estados Unidos (EUA) hizo públicas las acusaciones de lavado de dinero al cantante Julión Alvarez y al futbolista Rafael Márquez y como reacción el gobierno de México decide congelar sus cuentas bancarias y de sus familiares más cercanos.

c) Los presidentes de Corea del Norte Kim Jong-un y de EUA, Donald Trump, subieron el tono de la disputa entre ambos países, amenazándose mutuamente con posibles ataques con cohetes de largo alcance e incluso con armas nucleares, coincidiendo con el aniversario del bombardeo atómico de Hiroshima y Nagasaki.

d) El temporal de lluvias, siendo escaso, ya cobró su cuota de daños con unas cuantas tormentas, incluyendo una fuerte granizada, haciendo visible que nos está afectando el cambio climático, aun cuando Mr. Trump decida cambiarle de nombre.

e) Los supremacistas blancos en los EUA vuelven a hacer daño a quienes consideran sus enemigos, esta vez en Charlotteville, Va, atropellando a varias personas y como resultado provocando la muerte de una mujer defensora de los derechos humanos. Agravan el caso las desafortunadas declaraciones del presidente Trump.

Ante esta avalancha de malas noticias los ciudadanos de a pie nos preguntamos si ¿no hay más remedio que agachar la cabeza y mantenerse callados?

A primera vista parece que no hay nada que se pueda hacer y que esté al alcance de los ciudadanos comunes, ante las decisiones del IEEM; el lavado de dinero en las grandes y pequeñas ciudades e incluso en los pueblos; frente a las bravatas de los jefes de Estado de Corea del Norte y de EUA; ante los impactos del cambio climático o las acciones agresivas de los supremacistas blancos… La respuesta rápida es: ¡No hay nada que podamos hacer! ¡Resiste el vendaval, adáptate a las circunstancias o muere!

Pero si revisamos la historia descubriremos que la resistencia unida y permanente de miles de ciudadanos comunes, ha cambiado lo que parecía imposible: los imperios más poderosos han desaparecido y los gobernantes dictatoriales cayeron. El tiempo y la resistencia permanente y en muchos casos pacífica de los oprimidos, termina por romper los muros que parecían inexpugnables.

Invito a escribir tweets, mensajes en Facebook y otros medios en las redes para presionar a los gobernantes, aprovechando los contactos internacionales para que se realicen elecciones limpias y transparentes. Para que la información acerca del lavado de dinero no dependa de lo que quieran compartir los servicios de “inteligencia” de otros países. Para que la ONU sea un organismo activo y efectivo para promover y proteger la paz. Para que los medios informativos y el sistema educativo sean promotores del cuidado del medio ambiente.

Parecería poca cosa un correo electrónico, un mensaje de WhatsApp, pero de uno en uno podemos sumar millones de mensajes y con esto inclinar la balanza de las decisiones que nos afectan a todos los habitantes de la Tierra.

Finalmente, pero no menos importante: no hay que descartar el poder de la intención de millones de ciudadanos de a pie que creemos en una vida trascendente y que buscamos la paz del mundo…

Autor: Rodrigo Diez de Sollano

Twiter: @DeSollano

Fuentes de Información
Aristegui Noticias, Animal Político, The New York Times (1 a 13/agosto/2017)

domingo, 6 de agosto de 2017

OKJA: Los dilemas ecológicos que no queremos ver

Okja es una película recientemente estrenada (finales de junio/2017) del cineasta sudcoreano Bong Joon Ho realizada con un lenguaje cinematográfico en ciertos momentos poético y en otros irreverente.

Narra la historia de la profunda relación entre Mija, (una adolescente cuyos padres murieron y que vive con su abuelo en una granja en las montañas de Corea del Sur) y su mascota Okja, una enorme cerda genéticamente modificada, creada por una gran empresa multinacional.

Con imágenes muy descriptivas el director de la película hace burla de la forma en que se toman las decisiones en el consejo de administración de la gran empresa y de cómo sus decisiones afectan la vida de millones de personas, engañando y mintiendo a los consumidores quienes compran sus productos derivados de los cerdos sin saber que son genéticamente modificados, pero que son más baratos que la competencia.

La empresa incluyó en sus planes la distribución de decenas de cerditos a granjeros tradicionales en diversos países, para que después de algunos años pudiera realizar un concurso para seleccionar el mejor “supercerdo”, con una imagen de “tradicional”, “natural” y de respeto al medio ambiente. Pero no contaban con que Mija ama a su cerda y ¡no permitirá que la conviertan en tocino y en salchichas!

En el camino hacia el matadero de cerdos aparece una organización defensora de los animales, la cual no sale bien librada de la crítica del director de la película, describiendo a sus miembros en forma simpática pero despiadada y ridiculizando sus grandes planes para salvar al mundo de las empresas procesadoras de alimentos.

Tampoco Mija y su abuelo se salvan del bisturí del director, al darnos cuenta que ellos no son vegetarianos, puesto que comen pollo y pescado. Después del final feliz, sigue la secuela de los defensores de los animales en otra aventura para proteger al mundo…

En una entrevista al director de la película éste narra que ofreció el guion a varios productores de Hollywood, quienes condicionaron su apoyo al proyecto al cambio de varias escenas que critican el maltrato a los animales o ridiculizan algunos intereses económicos, por ello finalmente la película fue producida por Netflix y esto limita la proyección del filme porque en algunos países la ley prohíbe pasarla por la red si no ha sido previamente exhibida en las salas cinematográficas.

La película invita a la reflexión acerca de temas que normalmente no examinamos por ejemplo lo que comemos y del impacto ambiental de ello, del trato que damos a los animales y de la industria procesadora de alimentos y sus campañas comerciales.

Por otra parte nos muestra que ninguno de los personajes es “electropuro” es decir, todos tienen sus luces y sombras, sean las empresas o los(as) empresarios(as), los ecologistas, el abuelo granjero e incluso la propia heroína Mija.

Esto abre un camino de esperanza ante los dilemas de la ecología para el común de los seres humanos, quienes podemos intentar ser felices, sin ser perfectos…

Autor: Rodrigo Diez de Sollano

Twitter: @DeSollano

Fuentes de Información
The New York Times- 2017