jueves, 12 de septiembre de 2019

VILLA PANAMERICANA, ¿SE PUEDE SILBAR Y COMER PINOLE? Parte 1

En octubre/2011 se celebraron los XVI Juegos Panamericanos en la ciudad de Guadalajara, Jalisco, México y los deportistas fueron hospedados en la Villa Panamericana, la cual después de muchas discusiones e indecisiones fue construida en la zona conocida como “El Bajío” en el municipio de Zapopan, Jal. que se localiza junto al bosque de La Primavera en el noroeste del Área Metropolitana de Guadalajara (AMG).

El nombre de “El Bajío” se origina por ser una cuenca cerrada (“endorréica”) de aproximadamente 980 hectáreas que no tiene salida para los volúmenes de agua que llegan desde el bosque La Primavera o de las lluvias locales, por ello esta zona sirve para la absorción de parte del agua que alimenta el acuífero de Atemajac (y de Los Colomos) el cual suministra agua para el poniente del AMG.

La difícil y discutible decisión del Gobernador de Jalisco de aprobar y publicar un Decreto (3/sep/2019) declarando El Bajío como “zona de recuperación ambiental” (1) tiene muchas aristas, por ejemplo: ¿cómo proteger las áreas de recarga del acuífero de Los Colomos si se habita la Villa Panamericana? y al mismo tiempo ¿cómo recuperar las inversiones de las pensiones de miles de funcionarios y empleados del gobierno del estado y de todos los municipios de Jalisco que fueron invertidas en la construcción de la Villa Panamericana?

Por otra parte hay muchas otras propiedades en El Bajío que podrían exigir recibir el mismo trato que las apenas 16 hectáreas de la Villa Panamericana alegando igualdad ante la ley, todo ello a pesar de las protestas de varios grupos defensores del medio ambiente.

Las posiciones extremas en este caso son:
a) Demoler las construcciones de la Villa Panamericana y regresar la zona a su estado natural.
b) Permitir que los edificios de la Villa Panamericana sean vendidos y habitados y permitir la urbanización y la construcción en el resto de las 980 hectáreas de El Bajío con limitaciones en la densidad habitacional, comercial y de servicios.

Mientras tanto el Decreto del actual gobierno del estado (3/sep/2019), busca llegar a un punto intermedio declarando El Bajío como zona de recuperación ambiental y manteniendo vigentes las autorizaciones de hace 10 años, tanto del ayuntamiento de Zapopan como del gobierno del estado e incluso del gobierno federal, en lo que se refiere a manifestaciones de impacto ambiental, dejando así como responsables a quienes eran autoridades en ese tiempo, pero sin resolver el asunto de fondo.

En su afán de preservar el acuífero de Atemajac pero al mismo tiempo recuperar las inversiones del Instituto de Pensiones del Estado de Jalisco (IPEJAL) por $340 millones de ahorros de los burócratas pensionados y de $587 millones de recursos públicos del Instituto Jalisciense de la Vivienda (antes IPROVIPE), el gobierno del estado hace concesiones en el Decreto, por ejemplo el artículo Tercero Transitorio: “No será aplicable lo establecido en el presente Decreto a las construcciones que se pretendan hacer sobre lotes de terrenos que formen parte de condominios formalmente constituidos en escritura pública con anterioridad a la entrada en vigor del presente decreto.”(1)

Surgen preguntas: ¿qué sucederá con el resto del territorio de El Bajío? ¿Tendrán permisos de urbanización, de construcción y de habitabilidad? El Decreto preserva el uso de esa área para recarga de acuíferos y prohíbe el cambio de uso del suelo, pero al mismo tiempo se dice que se respetarán las autorizaciones previamente otorgadas. ¿Qué densidad ocupacional se autorizará? ¿Podrán establecerse comercios y servicios? ¿Qué hacer con los drenajes para asegurar la calidad de los tratamientos y no contaminar los acuíferos?

El gobierno del estado de Jalisco definió su posición con el anuncio que hizo directamente el Gobernador en las redes sociales acerca de la publicación del Decreto declarando El Bajío como zona de recuperación ambiental, pero quedan muchos cabos sueltos y muchos opositores que llevarán el asunto a los tribunales.

El tema requiere de una evaluación a fondo, tomando en consideración los múltiples intereses y puntos de vista de los involucrados en su resolución y que en muchos casos son antagónicos. Encontrar soluciones que aporten a la paz social requiere de paciencia y creatividad de todos los participantes. (2)

La situación del gobierno del estado en este caso se parece a aquel dicho popular que dice “No se puede silbar y comer pinole” porque pretender hacer las dos cosas al mismo tiempo puede causar problemas respiratorios… Es preferible resolver de uno por uno cada componente de este conflicto…

Autor: Rodrigo Diez de Sollano

Twitter: @DeSollano

Fuentes de Información:
1. El Estado de Jalisco Periódico Oficial- https://periodicooficial.jalisco.gob.mx    3/sep2019-Decreto que declara como zona de recuperación ambiental la zona denominada El Bajío conformada por polígono de 986.89 hectáreas.
2. Portavoces de Paz A.C.-Talleres de Resolución de Conflictos-2019

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